Sobre el título... pues porque se puede comer de muuuuchas formas... para desayunar, bien mojándolos en café, bien (allí se ve mucho y os aseguro que merece la pena probarlo) abierto por la mitad y untado con queso crema (tipo philadelphia), o, al estilo más mediterráneo: tostado y con mantequilla y mermelada; o lo podeis tomar en cualquier otra de las comidas: relleno de lo que más os guste, tipo sandwich (bueno mega-sandwich), o en forma de canapes con queso crema y salmón ahumado, en fin, lo que se os ocurra...
Bueno, manos a la obra... lo primero es formar la masa poniendo en un recipiente lo siguiente (con estas medidas os salen 6)...
- 500grs de harina de fuerza. No vale harina de trigo normal o de repostería; debéis buscar en la sección de las harinas del supermercado, antes era mas difícil de encontrar, ahora no, la tenéis en el Alcampo, el Carrefour o el Mercadona, y probablemente en muchos más. Ojo también la hay con levadura, pero como nosotros la agregaremos aparte, mejor si es sin ella.
- un sobre de levadura en polvo, pero de las de panadería (la tenéis, por ejemplo, de la marca Maizena) y también se encuentra en casi cualquier super. No vale usar levadura química, tipo Potax de Royal, ya que no nos serviría de nada. También nos vale la levadura fresca o de panadero (en la sección de refrigerados); si ponéis de esta, el equivalente son 14grs, y hay que echarla desmenuzada y a temperatura ambiente. Lo removeis un poco todo con la harina.
- 240grs de agua tibia. Yo para todas las masas suelo utilizar agua mineral, pero ahí va a gusto de cada uno.
- 12grs de sal
- 50grs de aceite de girasol
- 5grs de azucar glass
Ahora hay que mezclar bien todo esto, comenzando por la harina con la levadura. Si no os gusta pringaros demasiado, comenzad con la base de una cuchara hasta que se vaya formando una masa más o menos homogenea; luego, a meter las manos y seguir mezclando hasta unir todos los ingredientes. Nos quedará una masa tosca que ahora debemos trabajar.
La sacamos del recipiente y nos ponemos a amasarla hasta que la textura sea uniforme y un poco elástica. ¿Que cómo amasamos? bien, pues haciendo una bola, presionando con la base de una de las manos y estirando sobre la encimera, plegando la zona estirada sobre la otra y volviendo a presionar. Así una y otra vez durante un ratillo. Este punto es muy importante, cuanto mejor amasado este, mas suave y mejor textura tendrán nuestros Bagels.
Fijaros en la diferencia de textura que hay cuando solamente habíamos unido los ingredientes la que tenemos ahora después de darle una paliza a la masa durante unos 5 minutos...
Bien, ponemos la bola en el mismo recipiente, tapamos con film transparente y dejamos reposar durante una hora a temperatura ambiente, para que la levadura vaya haciendo su trabajo y la mas crezca un poco. Pasado ese tiempo, deshinchamos la masa presionándola un poco con los dedos y dándole un par de vueltas de amasado. La volvemos a poner en el recipiente tapada y esperamos 10 minutos más.
Lo siguiente es formar nuestras rosquillas; para eso, dividid la masa en 6 partes iguales y las moldeáis en forma de rosquillas. No os preocupeis si parece que quedan demasiado finas o con el agujero muy grande, que luego se hinchan. Yo os aconsejo que en el agujero os quepan los cuatro dedos. Con las fotos os podéis hacer a la idea de que solo con este tamaño, nos vamos a quedar casi sin el agujero...
...así la próxima vez, lo haréis mas grandes y finos, jejeje. 10 minutos mas de reposo. Lo siguiente es poner un recipiente con agua a hervir, e ir metiéndolas una por una, no mas de un minuto (medio, le dais la vuelta con una espátula, y otro medio). Las sacáis, escribiéndolas un poco con la espátula y las ponéis directamente en la bandeja del horno.
Yo utilizo la rejilla con un tapete de silicona apto para hornear, pero si no lo tenéis, ponedlas en la bandeja sobre papel de horno (suelen tenerlo donde el papel de aluminio y el film transparente). Como podéis ver, ya nos vamos quedando sin agujero y tienen una forma y unos bultitos nada homogenea, pero no os preocupeis que el horno nos las va a dejar de exposición. Dejamos reposar otros 10 minutos, tapadas con un paño de cocina.
Mientras, ponemos a calentar el horno a 220º, por arriba y por abajo. Pintamos las rosquillas con huevo batido y metemos a hornear durante 20 minutos.
Una vez listo, sacamos del horno nuestros Bagels y dejamos enfriar sobre la rejilla, tapados con un paño de cocina. Una vez fríos... a disfrutarlos de la manera que mas os guste...
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